-Jajaja-
Me despedí de ella. Pero no seria la última vez que nos veríamos
o hablaríamos.
Se me ocurrió invitarla a recorrer el
pueblo para que lo conociera, así tendríamos tiempo para poder hablar mas.
-Uf- exclamó ella- aun me falta acomodar
muchas cosas, arreglar los muebles, ordenar..
-¿Te ayudo?-
Se quedó pensando unos instantes. Pensé que
diría que no, pero en cambio…
-Si, está bien-
Nos pusimos a ordenar la casa en medio de
una agradable charla.
Me contó que se había divorciado hace muy poco:
-El no sabia valorarme- me explicó- para
el todo lo demás estaba antes que yo; su trabajo, sus amigos, su familia. Además, nunca me decía nada lindo-
-Y con lo linda que eres-
Se me escapó, enserio, no pude evitar
decírselo, pero al menos hice que sonriera.
-Jajaja ¿A dónde? No soy linda-
-Si, si lo eres-
A medida que empezaba a conocerla me daba
cuenta de que su autoestima estaba muy baja, parece que el tipo que había sido
su pareja no le decía muchas cosas lindas y ella, equivocadamente empezó a
creer que era fea.
Terminamos de ordenar un poco cansados
-Yo creo que mejor dejamos el paseo para
otro día- me dijo
-Está bien-
-Mañana ¿Puede ser?-
-De acuerdo-
-¿Y tú no trabajas?-
-Trabajo desde mi casa. Soy escritor-
-Ah, que bien-

