Llegué puntual
Érica me abrió la puerta y sonrió
-Así me gustan los
hombres, bien puntuales-
-Jejeje-
Confieso que estaba muy nervioso y tiritaba entero estando
frente a ella.
Debió notarlo:
-Tranquilo,. hombre si yo no muerdo-
-S-sí, estoy tranquilo-
-Asiento-
Me senté. Ella ya
tenía puestas las tazas.
No dejaba de mirarme.
-Tan tímido-
-Es que...
-Yo te voy a quitar lo tímido-
¿Que había querido decir con eso? Tragué saliva.
-¿Les tienes miedo a las mujeres?-
Negué con la cabeza
-No entiendo así con la cabeza yo. Háblame-
-No, no me dan miedo las mujeres-
-¿Y yo? ¿Te parezco atractiva?-
Sus ojos volvieron a clavarse en los míos, era tan hermosa y
yo un idiota por estar tan nervioso.
-Contesta ¿Te parezco atractiva?-
-Muy linda-
-Jijiji-
Se sentó a mi lado y seguía mirándome.
-Tú eres muy guapo también-
Tragué saliva de nuevo, ella comenzó a acercarse
-Yo..
-Tranquilito, si yo no muerdo-
Tomó mi mano
-Me gustas- me dijo
La miré asustado y tragué saliva
-Me gustas- volvió a decir
Yo no sabía que decir.
Ella también me gustaba, pero la voz no me salía
-¿No me vas a decir nada?- me preguntó
-Yo...
Se acercó más.
-¿Te gusto o no?-
-S-si- respondí
Hasta que solo quedó a escasos centímetros de mi.
Mi corazón latía a mil por segundo.
-Yo...
Y me dio un beso. El primero para mí.