Para Noelia el octavo año era la última oportunidad de
compartir con sus compañeras y mejores amigas Claudia y Anaïs a quienes conocía
desde hace ya siete años, desde que
estaban en primero básico.
Claudia y Anaïs tenían pensado irse a estudiar en
liceos distintos al que iría Noelia, y aunque se verían los fines de semana,
las tres sabían que ya nada sería lo mismo después de eso.
A los trece años Noelia y sus amigas solo pensaban en
sus artistas favoritos o en las pijamadas que se hacían una vez al mes en casa
de Roberta, otra compañera de curso, el amor aun estaba lejos de hacer su
aparición, aunque Claudia se pasaba los recreos mirando a Fito, un muchacho de
séptimo que tenía los ojos verdes como dos esmeraldas.
-Es tan lindo- decía Claudia mientras suspiraba
Noelia la había sorprendido varias veces dibujando
corazones en su cuaderno y dentro de estos corazones escribía "Claudia y
Fito"
Noelia sonreía.
-Yo nunca me voy a enamorar- decía
Sus intereses por ahora estaban en disfrutar el mayor
tiempo posible con sus amigas ese año y ver todos los videos de Jean Paul X, el
cantante juvenil de moda.
Pero un día a casa de Noelia llegaron visitas. Eran su
tío Germán acompañado de un muchacho de mirada noble y de piel muy blanca.
Don Andrés y la señora Rosa llamaron a Noelia al
living, ahí hicieron que saludara a su tío
-...Y este es Sergio, el hijo de tu tío Germán- le
dijo su padre
Noelia solo le iba a decir hola, pero el muchacho la
saludó con un beso en la mejilla
-Hola, Noelia- le dijo el
Noelia sentía que sus mejillas ardían, se puso roja
como un tomate y miró a Sergio, por un instante se quedó pegada en el fondo de
sus ojos color canela
-Hola- respondió a los pocos segundos y con un hilo de
voz
Noelia nunca había visto a Sergio, al parecer este había estado
estudiando muchos años en Europa.
-Tu primo se va a quedar un tiempo con nosotros- dijo
su padre