lunes, 7 de mayo de 2018

Como sobrevivir siendo un tímido en Tongoy, capitulo 3


Miro disimuladamente mi entrepierna con la esperanza de que el cierre del pantalón esté abierto solo un poco, pero no. Esta abierto de par en par, se pueden ver mis calzoncillos de He-man .
Trago saliva ¿Como me subo el cierre sin que los demás de la fila se den cuenta?
Miro a todas partes, la niña bonita está conversando con unas amigas, los otros igual.
¡Hazlo ahora!
Pero apenas acerco mis manos al cierre noto que la Yesenia, me está mirando
-Que no se haya dado cuenta- pienso- por favor, dios, que no se haya dado cuenta-
-¡Fórmense bien!- dice una voz
Mi cara vuelve a cambiar, del susto pasa al desagrado. Es Don Sergio, nuestro profesor jefe. Me desagrada mucho.
Es nuestro profesor jefe desde el año pasado y desde entonces no ha hecho más que ponerme apodos o molestarme. Me puso el cabeza de tortilla y desde entonces los otros me llaman así.
La fila se ordena, intento disimular mi cierre abierto, espero que Don Sergio no se dé cuenta.
-Hola, carita de tortilla- me dice
-Hola- le digo aunque de mala gana
-Y tan re peinado que vienes-
Me pasa la mano por el pelo y me chasconea...Y con lo mucho que le costó a mi mamá hacerme el peinado. 
-Que no se dé cuenta- vuelvo a rogar y veo con alivio que se aleja
Intento arreglarme el cierre, pero Don Sergio nos manda a formarnos en el centro del patio.
Es hora del discurso de Don Víctor.
El himno nacional comienza a escucharse por los alto parlantes, yo hago como que canto mientras  disimuladamente me arreglo el cierre del pantalón.
Respiro mas aliviado, pero solo por un momento porque veo que en la fila está el Nicolás Villalobos, con su sonrisa burlona. Creo que será otro año difícil.
Don Sergio pasa entre las filas de las niñas y los niños viendo quien canta y quién no.  Yo disimulo y muevo la boca para que crea que canto.
Después del himno viene el discurso de Don Víctor.  Nos dice que está muy contento de tenernos un año más en la escuela, que le pongamos empeño y que no hagamos tantas maldades o recibiremos un "ximenaso" 
-Aquí tengo a la Ximena- dijo Don Víctor mientras enseña una varilla
La Ximena. La temida Ximena, una varilla al parecer hecha de una rama de guayacán, Don Víctor la usaba para pegarles en el poto a quienes se portaban mal.
Mas de alguno recibió alguna vez un "ximenaso"  , yo le tenía terror, esperaba nunca tener que recibir uno.
El acto se acaba con un gran aplauso para Don Víctor quien termina diciendo "Vayan a sus salas"
Entramos a la sala, el  Juan está a mi lado, hablando con una niña que se sentaba atrás.
Don Sergio  entra a la sala
-Buenos días, niños- dice
-¡Buenos días, Don Sergio!- respondemos todos
Comienza a decir que este año quiere sacar el curso sin repitentes, después se pone a bromear
-Que no venga pa acá- ruego- que no venga pa acá-
Don Sergio va preguntando los nombres a cada niño. Miro atento cuando llega a la niña bonita, esa que vi antes de entrar.
Belén, así se llama.
Belén y Jetulio. Suena bonito, aunque es imposible que algo así suceda, las niñas bonitas como ella nunca se fijan en los feos como yo, a menos claro que tenga plata, pero yo no tengo ni un solo peso.
De  todas formas me encanta verla, es hermosa.
-¿Que tanto miray, pao?- me pregunta alguien
Conozco esa desagradable voz, es Nicolás Villalobos, el muy idiota ya ha comenzado a molestarme
-Te hace falta un combo parece- me dice- un combo que te quite esa cara de tonto-
No le hago caso y pongo atención a lo que dice Don Sergio quien sigue hablando.


La llegada del recreo siempre es un alivio, el Juan y yo nos sentamos en una banca mientras el patio se llena de gritos y risas, los niños   salen a divertirse.  Algunos juegan a las bolitas, otros juegan al pillarse, algunos conversan y las niñas juegan a saltar la cuerda mientras que el quiosco de la Pasa se llena de niños que quieren comprar golosinas.
Belén ya logró hacerse de una amiga, la veo pasar conversando con la Coni, ni se da cuenta de que no dejo de mirarla.
El recreo se pone desagradable cuando el Nicolás comienza a molestarme. Juan arranca y yo me veo obligado a entregar mi colación,   un pan con palta que me preparó mi mamá.
-Está rico- dice el Nicolás mientras de dos mordidas se termina mi sándwich.
Me moriré de hambre durante toda la mañana.

Fue un mal primer día de clases, yo creo que lo único bueno fue haber conocido a Belén.  

Belén,  en los siguientes días no hago más que mirarla con la boca abierta. Es tan bonita, pero ¿Sabrá ella que existo? Yo creo que no.

Don Sergio también nos hace educación física, aunque él solo nos manda, porque nunca lo he viso trotar
-¡Hoy vamos a trotar cinco vueltas alrededor de la escuela- dijo
Hubo murmullos de desaprobación. 
Yo esperaba no cansarme tanto, aunque empezaba a ocurrírseme una idea:
-¿Y si trotaba al lado de la Belén?  tal vez así se diera cuenta de que yo existo.
Empezamos a trotar, los más hábiles del curso parten adelante, yo no pierdo los pasos de la Belén.   Estoy cerca, muy cerca de ella, va junto a una amiga.
Logro alcanzarlas, casi no se percatan de mi presencia.
Tras unos segundos la Belén me mira. Me pongo rojo, como un tomate.
-¿Y este?- pregunta la otra niña
La Belén se e3ncoge de hombros. Yo la miro fijamente.  Es tan linda y huele tan rico, me dan ganas de abrazarla.
-¿Se te perdió algo aquí con nosotras?- me pregunta
Voy tan pegado mirándola que no me fijo por donde voy corriendo.
Tropiezo y me saco la cresta frente a la Belén y al resto del curso. 
 


   

La chica de mis sueños, capitulo 4

Por un instante los ojos de águila de Mario se quedan mirándome. Me ha amenazado y confieso que estoy un poco temeroso, es el matón del curso, no sé si podré ganarle en una pelea ¿Y si Alejandra ve como me sacan la cresta? no, eso sería terrible, una vergüenza mas para mí.  
Salgo al patio con mis otros compañeros (intento mantenerme lejos de Mario y sus ganas de golpearme) miro a Alejandra. Se ve hermosa con el buzo del liceo...Bueno, ella siempre se ve hermosa.
El profe parece que se ha electrocutado pues su pelo es un caos y hacen que su cabeza se vea enorme, no por nada le apodan cabezón.
Nos hace trotar por alrededor de la cancha, algunos de mis compañeros miran como sicópatas como se mueven los pechos de las niñas al trotar.
Miro  una vez más a Alejandra. Mi vista baja hasta sus pechos, se mueven arriba y abajo provocativamente.....Dios ¡Que calor hace de repente!

La clase termina y yo estoy agotado, maldito cabezón, creo que nos odia, no veo otra razón por la que nos haga tantos ejercicios.
Hora de irse a casa, como siempre espero a Emily.  
Veo pasar a Alejandra....¿Mencioné lo hermosa que se ve con el buzo del liceo? me quedo boquiabierto mirándola.  Ella ni siquiera volta hacia donde yo estoy.  Soy invisible.
Emily por fin aparece
-¿Vamos?- me pregunta
Llevamos una cuadra cuando siento un empujón.
Aterrizo con mi trasero en el piso y veo a Mario de pie  frente a mí.
-¿Así que andabay sacando la madre?- me pregunta.
Emily sale en mi defensa
-Oye ¿Qué te pasa?¿por qué lo empujas?-
-Este huevón y yo tenemos cuentas pendientes-
Una patada en mis canillas me hace soltar un garabato por el dolor. Me pongo de pie, Emily sigue  encarando a Mario furiosa.

-¡Déjalo tranquilo!- le dice, pero Mario insiste en querer golpearme, me mira como si fuera un tigre acechando a su presa
-Disculpa por haberte ofendido- le digo
Mario Sonríe:
-Ya es tarde para eso- dice y aparta a Emily
Me toma del pecho, siento su asqueroso aliento a papas fritas
-¿no sabes pelear como hombre?- me pregunta
-Ya te pidió disculpas, ahora déjalo- le dice Emily
Un grupo de niños se detiene a ver, imploro porque entre ellos no esté Alejandra
Aparto a Mario de un empujón
-¡Ya te pedí disculpas, déjame tranquilo!-
-UUUU- gritan todos
Tengo que hacer algo o voy a quedar como un cobarde frente a todos.
El grupo de niños aumenta, ahora son casi cien
-¡Pelea, pelea!- gritan

Son como hienas hambrientas esperando ver sangre ¡Malditos copuchentos!
Un puñetazo da de lleno en mi rostro. Mario ha comenzado a atacar. Pega duro el bruto, siento un terrible dolor en mi mejilla y por un instante me tambaleo.
Es la primera vez que me pegan un combo.  Duele
Mario repite la dosis, esta vez en mi otra mejilla.  Mis piernas tiemblan y mis ojos se ponen llorosos. Emily intenta calmar a Mario, pero este está enceguecido, no escucha razones.
Un tercer combo me tira a tierra, Mario  se sube encima mío y descarga mas combos sobre mi cara.
Uno, dos, tres, veinte....No siento mi rostro, se adormece después de tanto castigo.
Emily por fin consigue apartar a ese salvaje de mi lado, Mario se para victorioso y recibe la ovación de los allí presentes. Es el ganador, el que le pega a todos, el que manda en el curso. ¿Yo? yo soy basura.
Dios, que Alejandra no haya visto esta carnicería.
Emily me ayuda a ponerme de pie. Otros dos niños se acercan para ver como estoy, casi ni puedo hablar, mi cara está demasiado hinchada. Maldito Mario.
Emily y un niño llamado Ernesto me acompañan a la casa. Mi mamá casi se desmaya al verme así. 
-Fue Mario- le dice Emily
Mi mamá echa el mundo abajo
-¡Criminal! ¡Se tiene que ir preso! ¡Voy a dejar la embarrada mañana en el liceo, ese niño es un delincuente no te puede haber hecho eso!-

Me llevan al consultorio.  Una semana de reposo me dieron. Maldito Mario, cuanto lo odio, por su culpa no voy a ver a Alejandra en una semana.

Mi rostro comienza a dolerme, me veo al espejo y me veo deforme, con un ojo morado y la mejilla extremadamente hinchada. maldigo a Mario una vez más.

Esa noche no sueño con Alejandra, a mi mente se vienen otra vez los golpes de Mario sobre mi rostro y los gritos de Emily suplicándole para que se detuviera.
Maldito seas, Mario.

11 de  marzo.
Llevo tres días en la casa y estoy muy aburrido. ¿O es que extraño demasiado a Alejandra? no he dejado de pensar en ella ni un solo minuto y ruego una vez más porque no haya visto como Mario me sacó la cresta.
Emily vuelve a visitarme, ha venido todos los días. Quiero preguntarle por Alejandra, pero sé lo que dirá "¿Para qué preguntas por alguien que ni te mira?"
Emily me dice que ella  se ha hecho que se ha hecho muy amiga de Kasandra y que ahora se sientan juntas.
Lo único que me faltaba; ahora me voy a tener que sentar solo. Eso pasa por faltar a clases.
Maldito Mario.

Emily también me presta sus cuadernos para ponerme al día con las materias.

16 de marzo
Por fin vuelvo a clases.
Voy un poco nervioso, no me agrada tener que encontrarme con Mario.
¿Donde está Alejandra? La busco por todas partes con la mirada, pero no la encuentro

Dejo mi mochila en mi puesto y noto que hay una mochila al lado que no es de Emily ¿Quien se sentará conmigo ahora?
De pronto escucho una dulce voz, es ella, es Alejandra, pero no viene sola, viene hablando con otro niño y parecen muy entretenidos.