Un dia llego un forastero a sepia.
llego en silencio en el viejo tren de las seis, ese en el que solo venian los encargos de doña lucrecia, la dueña de la perfumeria
-¿ y ese ñato ?- se pregunto don leo, el jefe de la estacion
el hombre que bajo del tren traia apenas un pequeño bolso y vestia un traje muy elegante
se acerco al cayetano quien tenia una vieja carreta
-¿ me lleva al pueblo?- le pregunto
cayetano no hacia fletes, excepto para la hacienda toledar y cuando no lo hacia se pasaba el dia flojeando
- no- dijo- no puedo- tengo cosas que hacer -
el forastero saco algo de su bolsillo
- le voy a pagar bien-
le paso dos monedas de oro, cayetano abrio tremendos ojasos
-ORO, ave maria purisima, esto es oro-
-¿ y? me va a llevar al pueblo?-
-si, patroncito-
cayetano engancho la carreta a su caballo
- suba, patroncito-
el forastero subio
- lleveme aun lado donde arrienden piezas-
CONTINUARA...

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