Martin se pasaba muchas horas encerrado en su habitación. No se despegaba de su computador. La única vez que lo hacía era en las mañanas
para irse a la universidad. Ahí tenia
buenos amigos quienes hacían hasta lo imposible para que saliera un rato en la
tarde a distraerse, pero no había caso.
Martin dedicaba su vida a la computación o a estudiar.
Su amigo Hugo no se rendía
-Martin ¿Quieres ir a Viña del Mar este fin de semana?-
-No-
-Sal un rato, hombre, no puedes pasarte toda la vida frente
al computador-
-Ya te dije que no.
No me gusta salir-
-Cuando te diga quién va a ir con nosotros vas a cambiar de opinión-
-¿Quién va a ir con ustedes?-
-La Susi-
El corazón de Martin dio un brinco al escuchar ese
nombre. Se trataba de Susi, la niña de
quien siempre había estado enamorado
Continuará…
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