-¡Estuvo en
la cárcel!- exclamó Roxana- Julián es un
ex presidiario- y Anita lo tiene viviendo aquí-
Se alejó cuidadosamente para que no la escucharan.
-No puedo creerlo; un ex presidiario viviendo aquí
en la casa-
Ajenos a los reproches de Roxana, Ana María y Julián
continuaban disfrutando de su amor.
Tenían pensado hacer un viaje a Iquique durante el
fin de semana.
Entretanto el Manco Araya no se daba por vencido;
tenía planeado convencer a Julián para que lo ayudara a robar la bóveda de
Rómulo Roldán.
Esperó a que Julián saliera de la escuela.
-¿Así que ahora eres profesor?- le preguntó
Julián se molestó:
-Araya ¿Qué demonios quieres?-
-Convencerte para que me ayudes a robar la bóveda de Roldán -
-Yo ya dejé de delinquir, sigo otro camino por si no
te has dado cuenta-
-Solo finges para engañar a la muñeca esa con la que
andas, pero tú nunca cambiarás, te criaste como delincuente y vas a morir
siendo un delincuente-
-Claro que no. Lárgate, tengo cosas que hacer-
Julián lo dejó hablando solo.
Roxana fue a hablar con el comisario:
-El profesor Julián es un ex presidiario, yo lo
escuché hablando con mi amiga Ana María-
El comisario lanzó una risotada:
-Jajaja ¿El profesor un ex presidiario?-
-Si, tal y como lo oye-
-Yo mismo investigué los antecedentes del profesor y
puedo asegurarle que son intachables-
-Yo lo escuché-
-Y yo lo corroboro- dijo alguien
Era el manco Araya

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