lunes, 10 de agosto de 2015

el hombre que odiaba las cruces, capitulo 2

El hombre que odiaba las cruces, capitulo 2
La camioneta era vieja y crujía al avanzar por aquellos  desolados  y polvorientos caminos.
Al interior del vehículo viajaban Don Benancio, su esposa Lucrecia y sus hijos Amatista y Joel.  Llevaban la camioneta cargada con sus cosas: colchones, muebles, bolsos, etc.  Iban a la casa que perteneció a los Rivera, la habían comprado hace poco.

-Ahí van los ajuerinos- dijo Ña Peta al ver la vieja camioneta pasar frente a su casa, haciendo ladrar a los perros- van a meterse en puros problemas con esa casa, esa propiedad está maldita-
-A lo mejor no creen en leyendas- le dijo Don Ceferino
-Ya van a creer, viejo, ya van a creer-

-Llegamos- dijo Don Benancio, frenando la camioneta con mucho ruido- esta es la casa-
Amatista puso mala cara
-Está re fea, papá-
-Bah, con una buena pintadita va a quedar como nueva-
Bajaron las cosas y empezaron a ordenar la casa, después llegaron los camiones con los animales: cerdos, caballos, gallinas, gansos, patos y vacas.  A todos los encerraron en los corrales.

La primera noche que pasaron en la casa fue muy tranquila, aunque Don Ceferino tuvo una horrible pesadilla en donde un hombre muerto volvía a  la vida y le mordía el cuello.
Al otro día Amatista y Joel fueron al pueblo a caballo.  Querían   conocer el lugar.
Ambos habían sido criados en el campo, pero Joel había pasado un año en la ciudad y se enamoró de la modernidad, por eso quería terminar pronto sus estudios y regresar a la vida citadina.

Había una  pequeña tienda en el pueblo que tenia de todo, la atendía Don Lalo
-Forasteros- dijo al ver a los recién llegados- bienvenidos a San Pedro-
-Estamos viviendo en la casa Rivera- dijo Joel y el rostro de Don Lalo cambió


Continuará…

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