El hombre que odiaba las cruces, capitulo 6
Doña Lucrecia hizo pasar al hombre
-Nosotros compramos esta casa- le dijo- no nos dijeron nada
de herederos-
-No es mi intención quitarles la casa, solo tengo una
petición que hacerles, algo sencillo-
-¿Qué cosa?-
-Se lo diré cuando llegue su esposo-
Rato después cuando llegó Don Benancio se sorprendió al ver
a aquel hombre extraño en su casa
-Él es Don Filiberto Rivera- le dijo Doña Lucrecia- quiere
hablar contigo-
Don Benancio le dio la mano.
El hombre estaba frio, como un muerto.
-Uy, tiene las manos re heladas-
-Siempre soy así-
-¿Qué desea?-
-Soy descendiente del antiguo dueño de esta casa y me
gustaría pedirle un gran favor-
-Sí, dígame-
-Sé que usted no me conoce, pero si concediera mi petición
me haría feliz el tiempo que me queda de vida-
-¿El tiempo que le queda?-
-Así es, señor, me quedan solo unos meses de vida, los
médicos lo han diagnosticado-
-Pero ¿Qué tiene?-
-Un mal que se me contagió en uno de mis tantos viajes a
Europa, es una enfermedad extraña que extermina mis células poco a poco. Soy como un muerto en vida, mi amigo, alguien
que vive sus últimos meses a concho, por eso me gustaría que me permitiera
vivir con ustedes por un tiempo para disfrutar de los lindos paisajes del
campo-
Don Benancio miró a su esposa, no podían negarse a la
petición de un hombre a quien le quedaba poco tiempo de vida.
-Bueno, se puede quedar, pero le vamos a tener que acomodar
un catre en la pieza del fondo, es la única desocupada-
Continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario