viernes, 4 de septiembre de 2015

El hombre que odiaba las cruces, capitulo 7

El hombre que odiaba las cruces, capitulo 7

Acomodaron un catre en la pieza del fondo para que Filiberto pudiera dormir.
-El colchón es un poco duro- dijo Doña Lucrecia
-No importa, me acomodaré, gracias-
De pronto el hombre se puso pálido.
-¿Qué le pasa, Don Filiberto?-
Miraba espantado una pequeña cruz colgada en la pared
-Esa cruz…No me gustan las cruces, soy de otra religión, lo siento-
-No se preocupe, yo la saco-
Doña Lucrecia frunció el ceño; era la primera vez que veía a alguien reaccionar así frente a una cruz
-Odio las cruces- dijo el hombre mientras se sentaba a los pies de la cama
Doña Lucrecia se llevó la cruz y solo entonces el hombre pudo respirar aliviado recuperando poco a poco el color de su rostro.

Por la tarde la señora Lucrecia le comentó a Don Benancio lo que había ocurrido:
-Era como si la cruz lo dañara, lo debilitara-
-Es de otra religión, por eso-
-Mmm-


Por la noche, otro campesino se vio afectado por el ataque a su ganado; les chuparon toda la sangre sin encontrar rastro alguno del atacante.



Entretanto Don Filiberto se levantó temprano y salió a recorrer el campo, se encontró en el camino con la hermosa Graciela, hija del hacendado Don Juvenal Salmoide
-Buen día, señorita-
-Buen día- dijo ella
Los ojos de él parecían despedir un extraño brillo
-¿Cómo se llama, señorita?-
-Graciela-
En ese momento apareció Don Juvenal, a él no le gustaban los forasteros
-Graciela, pa la casa-
Continuará….


   

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