Confieso que
me puse muy nerviosa cuando él me miró, fue solo un instante, unos segundos quizás,
pero lo suficiente como para hacer que mis mejillas ardieran.
Enseguida bajé la vista, sin saber si él seguía mirándome.
Apuré el paso
hacia mi casa.
8 de mayo
Como les dije: Magali era la más bonita de todo el
curso (Quizás de toda la universidad) Además tenía un cuerpo envidiable. Lo que daría yo por tener una figura como
ella. Claro, era tan estupenda, tal vez
por eso Mario no tardó en fijarse en ella.
Era obvio, los chicos como el adoran a las delgadas.
Me sentí muy celosa cuando los vi hablando tan
cerca, se notaba que ambos se gustaban, ella jugaba con su pelo mientras le sonreía. Coqueteo puro.
-Son tal para cual- dijo mi amiga Elsa
Pero yo seguía que Mario era diferente, que no era
alguien superficial, que solo estaba siendo engatusado por la tipa esa,
confiaba en que no cayera en sus encantos.
12 de mayo
Pero mis deseos iban esfumándose; veía con cierto
espanto como la coqueta de Magaly parecía engatusar cada vez más a Mario, este
se embobaba cada vez que la miraba.
Claro, hacían la pareja perfecta.
-Se ven tan lindos juntos- decían los otros
compañeros
Yo trataba de no hacer caso a esos comentarios, no quería
aceptarlo, no quería verlos como pareja, solo yo quería perderme en su mirada.
Pero sabía que era imposible y que tarde o temprano él
y Magaly terminarían juntos.
Desdichada de mí, que nunca conoceré al amor más que
por efímeras historias de telenovela o por páginas de libros románticos.
Nunca sabré lo que es un beso.

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