Julián se quedó impactado durante unos segundos, eso
era lo que tanto había soñado; un “Te amo” de Ana María, pero eso no era un
sueño, estaba pasando de verdad. Por primera vez Julián no se inquietaba al ver
los ojos de Anita.
Ella tomó la iniciativa y se acercó:
-Ya bésame de una vez ¿No?- le dijo
Y sucedió lo que Julián jamás creyó posible: un beso
con Ana María. Un instante sublime,
mágico para él.
-Te amo, Ana María-
Julián le tomó la mano y volvió a besarla, y las
incontables estrellas fueron las testigos de ese y de muchos otros besos que
siguieron esa noche.
Roxana estaba feliz:
-Qué bueno que salió todo bien, Jijiji, yo sabía que
iban a terminar juntos-
Los días que siguieron fueron de ensueño para
Julián; además de los besos ahora podía tomar a Ana María de la mano y pasear
por las calles del pueblo sin que nadie lo reprochara.
Tenían toda una
vida para compartir y para Julián no había otra cosa más bella que
escuchar a Anita diciéndole “Mi amor”
-Estoy viviendo un sueño- pensaba el
Ajeno a tanta felicidad, Rómulo Roldán, el hombre de
mayor fortuna en el pueblo había ganado mucho dinero en sus negocios
últimamente y mandó a construir una gran caja fuerte en su casa donde metió la
ganancia.
Muy pronto este hecho estaría muy ligado a Julián.
Todo empezó cuando el Manco Araya llegó al pueblo
atraído por el rumor de la fortuna guardada en aquella caja fuerte.

No hay comentarios:
Publicar un comentario