El hombre que odiaba las cruces, capitulo 4
-No me asustan esas
historias de fantasmas y apariciones- dijo Amatista
-Son solo leyendas locales- agregó Dick
Esa noche hizo mucho frio por lo que toda la familia se
acostó temprano.
En la madrugada, a Don Benancio le pareció escuchar ruidos
provenientes de la pieza del fondo, pero no quiso levantarse
-Quizás hay ratones- pensó
A la noche siguiente los ruidos volvieron a escucharse, esta
vez Don Benancio se levantó a investigar.
Encendió una vela y recorrió el largo pasillo hasta llegar a
la pieza del fondo
-Ratones- pensó otra vez
Pero se escucharon tres golpes en la pared
-Que mierda…
Don Benancio golpeó lla pared y notó que estaba hueca
-¿Habrá algo escondido aquí?-
Se escuchó un susurro que pareció resonar por toda la casa:
-Libérame-
-¿Quién anda ahí?-
No hubo respuesta.
Pensó que se lo había imaginado y que se trataba del viento
que se filtraba a través de los agujeros del techo por lo que volvió a
acostarse.
Al otro día se decidió a romper la pared que había adentro
-¿Qué vas a hacer, papá?- le preguntó Joel
-Sospecho que aquí hay algo-
Derribó una parte de la pared
-¡Ave María purísima!-
Se encontró con un viejo ataúd sellado con cadenas.
La señora Lucrecia ahogó un grito
-¿Habrá un muerto adentro?-
Continuará….

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