El hombre que odiaba las cruces, capitulo 5
Resumen: Alertado por los ruidos que escucha de noche Don
Benancio rompe una parte de su pared y descubre u ataúd sellado con cadenas….
-¿Vas a abrirlo?- le preguntó Joel
-No creo que haya un cadáver, quizás un tesoro si-
-No lo abray, viejo- le dijo Doña Lucrecia- mejor llama a la
policía-
-Solo si hay un cadáver llamaré a la policía-
Fueron a buscar un Napoleón para romper las cadenas.
Una leve nube de polvo se desprendió del ataúd al abrirlo.
Estaba vacío.
-No hay ni una wea-
Sin embargo un aire frio pareció esparcirse por toda la casa
durante varios minutos
-Está re helado-
-¿A quién se le ocurriría esconder un ataúd en la pared?-
-Mejor lo quemamos, puede tratarse de algo malo-
-Sí, tenis razón-
Juntaron un montón de leña e hicieron una gran fogata, ahí echaron
el ataúd que empezó a botar un humo negro.
Por la noche un ruido en los corrales llamó la atención del
vecino Don Loronio
-¿Por qué cresta hay tanta bulla?-
Se levantó y tomó su escopeta pensando que se trataba de
cuatreros, pero al llegar a los corrales no encontró nada, solo dos ovejas
muertas secas, sin una sola gota de sangre en el cuerpo.
Al otro día llegó un forastero a la casa de Don Benancio, traía
un maletín en sus manos y vestía enteramente de negro.
-¿Qué desea?- le preguntó Doña Lucrecia
-Tengo que hablar con su marido, es urgente-
-El anda pal cerro ¿De dónde lo conoce?-
-No lo conozco-
-¿Entonces? ¿Quién es usted?-
-Me llamo Filiberto Rivera y soy heredero del antiguo
descendiente del antiguo dueño de esta
casa-
-¿Y qué quiere?-
-Vivir aquí-
Continuará….

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