RESUMEN: La invitación del Alfredo era en
realidad una trampa: me lleva a un motel y cuando estoy sin ropita aparecen
unos weones que me secuestran y me llevan a otro país, soy vendida a un sultán
(Que está más rico que el pan con chancho) y me lo quiere poner....
Me dieron un montón de platos, pura comida
rica, pero que me dio mucho calor, me dejó más caliente que la chucha.
Rato después el weon de nombre raro me
llevó donde el sultán
-Aquí viene
la hermosa sudamericana- dijo el mijito rico
Me puse de rodillas
-Saca tu verga, saca tu verga, quiero
chuparla-
-Que impaciente. Preciosa, normalmente las
esclavas que traigo no son tan ardientes, pero se nota que tu eres apasionada,
un volcán que hace erupción en cualquier momento-
-Sí, estoy re caliente- me rompí el escote y una de mis blancas
tetas salió al aire- quiero probar tu verga, la quiero toda en mi boquita y
después hazme recagar a cachas-
-Que ansiosa, ven...
Me tomó de la mano y me llevó a su dormitorio. Tenía una cama bien grande y blandita. Me saqué la ropa, me subí y me puse en cuatro
patitas.
-Ya, mijito, saque su pichulón y métamelo-
-Mmm...
El sultán se quitó su camisa y me dejó boquiabierta con tanto musculo.
-Uy, mijito-
Pero más boquiabierta quedé cuando sacó su
verga, era grande y bien gruesa..
-¡Tremenda wea!- me llegaba a saborear-
tráela pa acá, la quiero todita, la quiero todita, empálame con ella-
-Jejeje-
Me calló con tremendo beso. Ni el Miguel me
había besado tan apasionadamente como ese mijito rico. Casi me meo de pura calentura.
-Uy, mijito, tan rico que besay-
Sus poderosas manos aprisionaron mi
cintura, las mías se fueron derechito a su callampa, estaba durita.
-Ya quiero tenerla dentro de mí-
Volvió a besarme, me estremeció por
completo mientras sus manos apretaban
los cachetes de mi culo.
-Mmm..
Un tercer beso me dejó más caliente, sus
labios luego bajaron hasta mis pezones
-Mmm...
Volvió a besarme, luego señaló su verga
perfectamente erecta.
-La quiero completita, mijito-
Me puse de rodillas y le pasé la lengua a
aquel pedazote de carne, lo hice varias veces, el weon bramaba como toro.
-Chupa...
Lentamente me lo eché a la boca, pero no me
cabía completo...Aah, como me encantaban esas vergas grandes
-Chupa-
Empecé a chupársela, pero era tan grande
que casi me deformaba la mandíbula, se la chupé despacio y a ratos le pasaba la
lengüita, el me acarició las orejas
-¿Qué wea?-
No respondió, me la volvió a meter a la
boca. Yo chupaba y chupaba como
ternerito recién nacido.
Después hizo que me subiera a la cama.
-¡Al fin lo más rico!- le dije
Apenas la punta de su wea tocó mi chochito
pegué un aullido...Era tan grande y gruesa...
-Uy, eso, papito, eso, métela..
Su puñal de carne empezó a meterse poco a
poco en mi coño...Más y más...
-Mételo más adentro..Mas...LO QUIERO
TODOOO..
Yo sabía que ese pedazote no me cabía
completo, pero aun así seguía pidiendo que me lo metiera más adentro.
Tan grande era que me llegó a sacar
lagrimas
-UUUY..QUE RICO..
El sultán se montó sobre mi y empezó a
embestirme con su wea..Me aferré a sus sabanas mientras gritaba que me lo
metiera más adentro
Continuará...

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