Julián se sobresaltó; Roxana lo había escuchado
Julián no supo que decirle
-Lo sabía- le dijo Roxana - Te gusta Ana María-
Julián se puso rojo como nunca antes
-Te acabo de escuchar, Julián-
-Sí, pero Roxana...
-No te preocupes, no le diré nada a mi amiga, eso
debes hacerlo tú-
-Lo nuestro es imposible, somos primos-
-¡Tonterías! Anímate a hablarle y puede que te
lleves una sorpresa-
-¿Una sorpresa?-
-Jijiji, tu solo háblale-
Julián decidió jugarse el todo por el todo: le
hablaría a Anita sin importar lo que pasara.
Esperó a que estuvieran los dos solos para
acercarse:
-Ana María,
tengo algo importante que decirte, aunque creo que después de que lo
haga dejarás de hablarme o me odiarás-
-¿Por qué? ¿Qué cosa tan terrible es lo que vas a
decirme?-
-Tengo que confesarte algo-
-Dime-
-Es algo complicado-
-Solo dímelo y ya-
Julián respiró hondo y luego se lo dijo a
quemarropa:
-Estoy enamorado de ti, Anita. Me enamoré desde aquella vez que te vi en el funeral de
mi padre. Fuiste lo único en lo que
pensé desde entonces, fue por eso que llegué a este pueblo, solo para volver a
verte aunque jamás pensé en confesarte lo que sentía-
-Julián, yo...
-Lo sé, me debes estar odiando, debes pensar que soy
un aprovechado..
-No, yo también siento lo mismo por ti-
-¿Qué?-
-Poco a poco has ido llenando mi corazón, te amo,
Julián-

No hay comentarios:
Publicar un comentario