miércoles, 28 de diciembre de 2016

Diario de un corazon enamorado, capitulo 7

Recuerdo que estuve nerviosa toda la mañana, intentaba pensar en otra cosa, distraerme ayudando con el aseo en la casa, pero no había caso, Mario no salía de mi cabeza y el estómago se me apretaba al saber que en solo unas horas lo vería.
Nuestra primera cita.
Apenas pude probar bocado durante el almuerzo
-¿Qué tienes, Doris?- me preguntó mi mamá-¿No tienes hambre?-
-Me…Me duele un poco la cabeza- le mentí
Cada suspiro que daba era por Mario y de pronto me puse a pensar en lo que ocurriría si esa tarde me daba un beso
-Que nervios- pensé- No, aun no estoy lista para el primer beso-
Aunque siempre cuando leía novelas de amor me imaginaba a mí como la protagonista de aquellos libros, siendo besada por un apuesto galán como Mario.

Las horas pasaban lentas, cada una parecía durar un siglo y yo me angustiaba más y más.
-Que sean luego las cuatro- pensaba mientras me daba mil vueltas en mi pieza.

Las dos.
Las dos y media.
Las tres y mis nervios iban a explotar.
Tres y media y ya estaba lista.
Me fui un cuarto para las cuatro a la playa, el lugar donde habíamos quedado de juntarnos.
Ahí estaba el, tan guapo como siempre, luciendo su más linda sonrisa.
-¡Pero qué guapa te vez!- dijo- jajaja-
-Gracias-
Me dio un beso en la mejilla alborotando aún más mi dichoso corazón
-Vamos a caminar por la orilla de la playa- dijo
Y me tomó de la mano






viernes, 23 de diciembre de 2016

Uy vecinita capitulo 8

8-RESUMEN: Ricardo, un ex pololo de Paulina sigue obsesionado con ella, logra averiguar donde vive y espera hasta que se va Héctor para ir a golpear su puerta y besar a Paulina a la fuerza..

Paulina sorprendida absolutamente  por aquel beso poco pudo hacer.
Ricardo apretó con fuerza su cintura mientras sus labios probaban los de Paulina.
-¡Suelta, weon!-
Paulina se liberó de sus brazos:
-¿Que wea crees que haces, weon?-
-Pauly, yo aún te quiero y no pude contener las ganas de volver a besarte-
-Ándate,  sal de mi casa-
-Perdóname-
-¡Ándate!-
Ricardo se fue, pero al menos se había dado el gusto de volver a probar esos labios
-Por ahora me rechaza- pensó- pero ya va a volver a mí y  me pedirá que recordemos viejos tiempos-

Paulina estaba furiosa
-Weon patuo, por la cresta, debí haberle pegado una cachetada, se lo merecía-
Salió furiosa persiguiendo a Ricardo, pero no lo encontró
-Uy, weon, que rabia, pero si vuelvo a verlo le vuelo la jeta de una cachetada-
Estaba tan enojada que ni al gimnasio quiso ir.

Paolo, extrañado ante su ausencia fue a verla.
A Paulina se le espantó la furia cuando lo vio, una sonrisa se le dibujó en el rostro
-Hola, Paolo-
-Hola, Paulina, me preguntaba por qué  no habías ido hoy al gimnasio-
-Ah, es que tuve un problema-
-¿Estás bien?  ¿Puedo ayudarte en algo?-
-Estoy bien, gracias-
-Pensé que quizás te habías enfermado o te había pasado algo-
-Mañana voy sin falta-
-Bueno, te espero entonces-
-Nos vemos-
Paulina se quedó mirando como Paolo subía hasta su departamento
-Es tan lindo- pensó ella 

Al otro día Paulina se puso su tenida deportiva y se fue al gimnasio.
El italiano sonrió al verla.
-Paulina, que gusto que hayas venido-
-Hola-
Paulina se puso a hacer sus habituales ejercicios, había llevado ropa para cambiarse y una toalla para después de ducharse.
Mientras hacia sus ejercicios ella no dejaba de mirar a Paolo
-¿Qué me pasa?-  se preguntaba-¿Por qué no puedo dejar de verlo?-
Se fijaba en sus bien formados músculos, en el bulto que se le marcaba en la entrepierna.

Al terminar de ejercitarse Paulina le consiguió la ducha 
-Por supuesto- le dijo el- ocúpala nomas-
Paulina se metió a la ducha, estaba en lo mejor bañándose y pensando en el paquete de Paolo cuando...
-¿Eh?...
El agua se cortó
-¿Qué pasó?-
   Paulina salió de la ducha:
-¡Paolo, se cortó el agua!-
Pero no hubo respuesta
-¡Paolo, se cortó el agua!-
No se escuchaba nada, ni siquiera el  murmullo de la gente haciendo ejercicios
-¿Se habrán ido todos?-
Echó un vistazo por la puerta; en los baños no se veía nada. 
-¡Paolo!-
Sin respuesta.
Se puso la toalla y salió a mirar.
Efectivamente el gimnasio estaba vacío.
- Se fueron y yo me quedé aquí... Y se cortó  el agua mas encima..AAY..
Chocó con Paolo
-Paulina ¿Qué haces así semi desnuda aquí?-
-Se cortó el agua-
- A ver-
Paolo revisó la ducha de mujeres
-Debe haber una llave mala porque en la ducha de hombres si hay agua-
-¿Y ahora qué hago?
De pronto la toalla se   le cayó y quedó desnuda frente al apuesto italiano
-AAAY..
Continuará  


jueves, 22 de diciembre de 2016

capitulo 5 de SUREÑA DE MI ALMA

Mientras me tomaba el jugo que Érica me  había preparado con tanto cariño no dejaba de mirarla y sentirme cada vez mas fascinado por su hermoso rostro
-Eres bien callado tú, Manuel-
-Jejeje-
No era tan callado como  ella pensaba, pero me sentía un tanto intimidado por su hermosura
-¿Estas estudiando?-
-Si-
-Te veo nervioso. Relájate si yo no muerdo....Bueno, a menos que lo quieras, jijiji-
Me puse rojo y creo que hasta tirité un poco
-En este barrio son un poco cahuineros- dijo- me han inventado cada cosa...
Me sentí un poco culpable pues mi madre era una de las que tanto hablaba mal de ella
-No les hagas caso- le dije
-No ¿Qué caso les voy a hacer?-
-¿Eres del sur?-
-Sí, de Temuco, me vine porque la cosa estaba media mala allá, y acá hasta ahora me ha ido bien-
-¿Y donde trabajas?-
-Bailo en un club nocturno-
-Ah-
Entonces era cierto que trabajaba como desnudista
-Nunca me he acostado con nadie por plata- aclaró ella
-Yo no he dicho nada-
-Pero lo pensaste, jijiji-
-No, enserio-
-¿Tienes polola?-
-No-
-¿Y por qué no?  Un niño tan lindo y sin polola-
¿Guapo? Nunca me habían dicho guapo
-Jejeje-
-¿Cuantas pololas has tenido?-
Siempre que me preguntaban eso me daba vergüenza responder
-Ninguna-
-¿Qué? ¡Ninguna! no te creo-
-Enserio-
Esperaba que no me hiciera explicarle que casi no salía y que las niñas de mi curso me veían como un tonto.



Un te amo entre susurros capitulo 18

Julián se sobresaltó; Roxana lo había escuchado
Julián no supo que decirle
-Lo sabía- le dijo Roxana - Te gusta Ana María-
Julián se puso rojo como nunca antes
-Te acabo de escuchar, Julián-
-Sí, pero Roxana...
-No te preocupes, no le diré nada a mi amiga, eso debes hacerlo tú-
-Lo nuestro es imposible, somos primos-
-¡Tonterías! Anímate a hablarle y puede que te lleves una sorpresa-
-¿Una sorpresa?-
-Jijiji, tu solo háblale-
Julián decidió jugarse el todo por el todo: le hablaría a Anita sin importar lo que pasara.

Esperó a que estuvieran los dos solos para acercarse:
-Ana María,  tengo algo importante que decirte, aunque creo que después de que lo haga dejarás de hablarme o me odiarás-
-¿Por qué? ¿Qué cosa tan terrible es lo que vas a decirme?-
-Tengo que confesarte algo-
-Dime-
-Es algo complicado-
-Solo dímelo y ya-
Julián respiró hondo y luego se lo dijo a quemarropa:
-Estoy enamorado de ti, Anita. Me enamoré  desde aquella vez que te vi en el funeral de mi padre.  Fuiste lo único en lo que pensé desde entonces, fue por eso que llegué a este pueblo, solo para volver a verte aunque jamás pensé en confesarte lo que sentía-
-Julián, yo...
-Lo sé, me debes estar odiando, debes pensar que soy un aprovechado..
-No, yo también siento lo mismo por ti-
-¿Qué?-
-Poco a poco has ido llenando mi corazón, te amo, Julián-
 


martes, 20 de diciembre de 2016

Campo, guitarra y verso, capitulo 5

La señora Elsa se puso pálida
-¡Robinson!-
Disimuladamente se fue hasta la puerta donde estaba aquel hombre a quien nadie reconocía y que miraba fascinado a Juan y la abuela Eva mientras tocaban cueca.
La señora Elsa lo llevó afuera
-¿Qué haces aquí?- le preguntó
-Es el cumpleaños de mi hijo, tenía que verlo-
-Ahora te acordaste que tenías hijo, después de todo este tiempo que lo dejaste solo-
-Me fui porque…
-No quiero saberlo ya-
-Elsa, yo…
-Ándate, no quiero que estés en mi casa, no quiero verte-
-No me puedes negar que vea a mi hijo-
-Ahora dices que es tu hijo ¿Y todos los años que lo dejaste solo?-
-Déjame explicarte-
-No quiero saberlo, ándate-
Robinson hizo un gesto de resignación y se alejó.
-¡No te atrevas a acercarte a Juan!- le advirtió la señora Elsa
La mujer volvió a entrar, la gente aplaudía y vitoreaba a Juan y la abuela.
-¿Viste como tocamos la cueca, mamá?- le preguntó Juan
-Muy lindo, hijo-
Pero la mente de la señora Elsa estaba en otro lado; el regreso de Robinson había abierto viejas heridas que creía ya sanadas.
-¿A que volvió? Solo a jodernos la vida-
-¿Qué pasó?- le preguntó la abuela Eva      
-Robinson volvió-
-¿Qué?-
Elsa le contó todo a la señora.
-¿Crees que quiera llevarse a Juan?-

-No dejaré que se le acerque-

lunes, 19 de diciembre de 2016

Diario de un corazon enamorado, capitulo 6

Durante La clase miraba a Mario, pero él ni caso me hacia
-¿Qué le pasa? Ayer era tan cariñoso, hasta me dijo bonita- miré a Magaly- de seguro ella le metió ideas  en la cabeza-

Recién a la salida de clases Mario me habló:
-Espérame en la esquina- me dijo a la pasada
Mi corazón saltó de gusto al oírlo.
Le hice caso y lo esperé en la esquina como él quería.
Me sorprendió al saludarme con un beso en la mejilla.
-¿Cómo estás?- me preguntó- hoy no hemos tenido mucho tiempo para hablar-
-Pensé que ya no querías hablarme, como te vi con Magaly…
-Sí, es amiga mía, pero es un poco pesada a veces-
-¿A veces? Siempre-
-Jajaja, sí, siempre-
Me ayudó a llevar la mochila, otra vez volvía a ser  el muchacho amable del día anterior.
Y las sorpresas seguían: me  dejó boquiabierta cuando me  invitó a salir
-¿Me estás hablando enserio?- le pregunté
-Muy enserio-
Nunca nadie me había invitado a salir.
-Vamos a dar un paseo por la playa- me dijo
-¡Ya!-
Me encantaba la idea: pasear por la playa y luego ver juntos el atardecer.  Que romántico.
-Mañana a las cuatro-
-Está bien-
Se despidió con un beso en la mejilla y yo quedé feliz.

Al otro día era sábado por lo que al no tener clases no sabía qué hacer y me impacienté.  Mario era mi único pensamiento, no sabía qué hacer para que las horas pasaran luego   
-Ojalá que todo salga perfecto-




sábado, 17 de diciembre de 2016

Uy vecinita capitulo 8

8-RESUMEN: Ricardo, un ex pololo de Paulina sigue obsesionado con ella, logra averiguar donde vive y espera hasta que se va Héctor para ir a golpear su puerta y besar a Paulina a la fuerza..

Paulina sorprendida absolutamente  por aquel beso poco pudo hacer.
Ricardo apretó con fuerza su cintura mientras sus labios probaban los de Paulina.
-¡Suelta, weon!-
Paulina se liberó de sus brazos:
-¿Que wea crees que haces, weon?-
-Pauly, yo aún te quiero y no pude contener las ganas de volver a besarte-
-Ándate,  sal de mi casa-
-Perdóname-
-¡Ándate!-
Ricardo se fue, pero al menos se había dado el gusto de volver a probar esos labios
-Por ahora me rechaza- pensó- pero ya va a volver a mí y  me pedirá que recordemos viejos tiempos-

Paulina estaba furiosa
-Weon patuo, por la cresta, debí haberle pegado una cachetada, se lo merecía-
Salió furiosa persiguiendo a Ricardo, pero no lo encontró
-Uy, weon, que rabia, pero si vuelvo a verlo le vuelo la jeta de una cachetada-
Estaba tan enojada que ni al gimnasio quiso ir.

Paolo, extrañado ante su ausencia fue a verla.
A Paulina se le espantó la furia cuando lo vio, una sonrisa se le dibujó en el rostro
-Hola, Paolo-
-Hola, Paulina, me preguntaba por qué  no habías ido hoy al gimnasio-
-Ah, es que tuve un problema-
-¿Estás bien?  ¿Puedo ayudarte en algo?-
-Estoy bien, gracias-
-Pensé que quizás te habías enfermado o te había pasado algo-
-Mañana voy sin falta-
-Bueno, te espero entonces-
-Nos vemos-
Paulina se quedó mirando como Paolo subía hasta su departamento
-Es tan lindo- pensó ella 

Al otro día Paulina se puso su tenida deportiva y se fue al gimnasio.
El italiano sonrió al verla.
-Paulina, que gusto que hayas venido-
-Hola-
Paulina se puso a hacer sus habituales ejercicios, había llevado ropa para cambiarse y una toalla para después de ducharse.
Mientras hacia sus ejercicios ella no dejaba de mirar a Paolo
-¿Qué me pasa?-  se preguntaba-¿Por qué no puedo dejar de verlo?-
Se fijaba en sus bien formados músculos, en el bulto que se le marcaba en la entrepierna.

Al terminar de ejercitarse Paulina le consiguió la ducha 
-Por supuesto- le dijo el- ocúpala nomas-
Paulina se metió a la ducha, estaba en lo mejor bañándose y pensando en el paquete de Paolo cuando...
-¿Eh?...
El agua se cortó
-¿Qué pasó?-
   Paulina salió de la ducha:
-¡Paolo, se cortó el agua!-
Pero no hubo respuesta
-¡Paolo, se cortó el agua!-
No se escuchaba nada, ni siquiera el  murmullo de la gente haciendo ejercicios
-¿Se habrán ido todos?-
Echó un vistazo por la puerta; en los baños no se veía nada. 
-¡Paolo!-
Sin respuesta.
Se puso la toalla y salió a mirar.
Efectivamente el gimnasio estaba vacío.
- Se fueron y yo me quedé aquí... Y se cortó  el agua mas encima..AAY..
Chocó con Paolo
-Paulina ¿Qué haces así semi desnuda aquí?-
-Se cortó el agua-
- A ver-
Paolo revisó la ducha de mujeres
-Debe haber una llave mala porque en la ducha de hombres si hay agua-
-¿Y ahora qué hago?
De pronto la toalla se   le cayó y quedó desnuda frente al apuesto italiano
-AAAY..
Continuará  




miércoles, 14 de diciembre de 2016

sureña de mi alma, capitulo 4

Me puse muy nervioso cuando me habló:
-¿Me ayudas?- me preguntó señalando las pesadas  bolsas que llevaba en su mano
-¿Ah?-
-¿Me puedes ayudar?- volvió a preguntar
-Si-
Tomé las bolsas, estaban bastante pesaditas
-¿Te las puedes?- me preguntó
-Sí, si tengo fuerza-
Mientras caminábamos hasta su casa comenzó a hacerme algunas preguntas
-¿Cómo te  llamas?- me preguntó
-Manuel-
-Manuel, soy Érica-
Eso ya lo sabía, pero no imaginaba que su sonrisa fuera tan linda así de cerca.
-¿Cuántos años tienes?-
-18-
-Mmm, eres joven-
Iba a preguntarle su edad, pero mi madre siempre me había dicho que era mala educación preguntarle la edad a las mujeres
-¿Tienes polola?- me preguntó
-No- respondí con un hilo de voz
-Parece que eres bien tímido-
Sentí como mis mejillas ardían, me puse rojo
-Jijiji, te sonrojaste-
Llegamos a su casa, ella abrió la puerta y por unos segundos me quedé embobado mirándole las piernas   
-Pasa- me dijo
-¿Ah?-
-Pasa ¿Puedes dejarme las bolsas sobre la mesa, por favor?-
¿Quien podía decirle que no a ese angelito?
-Bueno-
Entré, la casa era bastante elegante.
Puse las bolsas sobre la mesa.
-Gracias, te pasaste-
Iba a retirarme, pero me detuvo:
-Espera- dijo- deja ofrecerte un juguito.  Algo que sea en forma de agradecimiento por tu caballerosidad-
-Eh...
-Toma asiento-
Nuevamente no pude negarme


  


lunes, 12 de diciembre de 2016

Un te amo entre susurros, capitulo 17

Las atenciones de Julián y el que estuviera justo cuando ella se sentía muy triste para subirle el ánimo, hicieron que se ganara un gran espacio en su corazón….Y poco a poco el primo a quien ella quería tanto se convirtió en algo más y ella comenzó a quererlo más que como a un simple familiar y so la confundía. 
Se lo contó a su amiga  Roxana
-Me gusta mi primo- le dijo un tanto afligida
-El también siente lo mismo, estoy segura, se le nota-
-Pero somos primos-
-Eso solo lo sé yo en este pueblo, nadie los va a criticar si llega a pasar algo entre ustedes, además, cuando hay amor nada más importa-
-No lo sé….

Julián ya había notado algo distinto en la mirada de Ana María, ella a veces sonreía y él le devolvía el  gesto.
Julián se armó de valor y decidió tratar de confesarle todo lo que sentía por  ella, para eso la invitó de noche al desierto
-Aunque lo vea mil veces siempre me maravilla este paisaje- dijo ella
Julián no sabía cómo decírselo
-Ana María, yo…
-¿Si?-
Ella sonreía y eso lo ponía más nervioso
-¿Y si al confesarle lo que siento termino por arruinarlo todo?- pensaba
Prefirió callar como siempre aunque pasaron un lindo rato esa noche.

-Nunca podré decírselo- se lamentaba Julián más tarde-Anita nunca sabrá que estoy enamorado de ella, y si lo sabe ¿Qué posibilidades tengo de  que se fije en mí? Yo soy un ex presidiario y ella es prácticamente un ángel-
-Yo te puedo ayudar le  dijo alguien
Julián se sobresaltó; Roxana lo había escuchado







viernes, 9 de diciembre de 2016

CAMPO, GUITARRA Y VERSO, CAPITULO 4

Juan no quiso preguntar por la guitarra pues estaba muy feliz con los regalos que hasta el momento había recibido.
A mitad de la fiesta, la abuela Eva (Media alegrona de tanto tomar chicha) hizo callar a todos y empezó a tocar una cueca.
A todos les gustaba bailar cueca, incluso a Juan, el niño iba a sacar a bailar a Ingrid, una vecina de su misma edad, pero…
-No, Juan- le dijo la abuela Eva-tú acompáñame a tocar la cueca-
-No tengo con que tocar, abuela-
-¿Y esta guitarra?- preguntó la señora Elsa quien llevaba una hermosa y reluciente guitarra en las manos
-¿Y esa?- le preguntó Juan
-Es tu regalo, hijo, de parte de tu abuela y mío-
-Gracias-
Juan casi llora de emoción, tocó la guitarra: venia afinadita.
-Siéntese al lado mío y toquemos una cueca- le dijo la abuela
  Juan se sentó al lado de ella
-Vamos a tocar “La consentida” – dijo la abuela
Y ambos empezaron a tocar:
“..Déjame que te llame; la consentida….”
La señora Elsa se emocionó al ver a su hijo tocar guitarra
-Toca tan re lindo- decían los vecinos
-Su sueño es ser folclorista, tal como su abuela-
Juan y su abuela se ganaron el aplauso de todos los presentes
-¡Otra, otra!- gritaban
Y Juan y su abuela empezaron a tocar otra cueca.
La señora Elsa miraba muy contenta, pero su sonrisa se esfumó  cuando  vio al hombre que estaba parado en la puerta.
El padre de Juan.



miércoles, 7 de diciembre de 2016

Diario de un corazon enamorado, capitulo 5

-Esta es mi casa- le dije
-Es muy bonita....Igual que tu-
¿Me había dicho bonita?  ¿O acaso estaba dentro de algún sueño?
-En serio, eres preciosa- me dijo
No supe donde meterme, estaba más roja que nunca y él seguía ahí mirándome
-Ya, hasta mañana- dijo y me dio un beso en la mejilla que me dejó  flotando en el aire.
Entré feliz a mi casa
-Me dijo bonita, me dijo bonita-
Sentía maripositas en el estomago y me tocaba la mejilla que me había besado.
-Me dijo bonita-

-¿Que tienes?- me preguntó mi mamá durante el almuerzo al ver que yo suspiraba a cada rato y tenía una   sonrisa de oreja a oreja
-¿Que tienes?- volvió a preguntarme
-¿Ah?-
-Te ríes solita ¿Que te pasó?-
Lancé    un largo suspiro y luego respondí:
-Nada, estoy bien...Estoy mejor que nunca, feliz diría yo-
-Esta anda enamorada- dijo mi papá
-¿Yo? no, claro que no, jijiji-

Esa tarde no dejé de pensar en Mario ni un solo instante
-Me encuentra bonita-
Y yo que pensaba que nadie jamás se iba a fijar en mi.

27 de mayo
Aquella mañana me fui mas arreglada que de costumbre a la universidad, pero encontré a Mario y Magali conversando muertos de la risa
-Tranquila- me dije- son solo amigos-
Miré a Mario
-Hola- le dije
-Buena-
¿Y ese saludo tan frio? ¿Por qué?   el día anterior me había dicho bonita y se había portado tan amable    y ahora se portaba así.
No entendía







uy, vecinita, capitulo 7

RESUMEN: El gimnasio de Paolo comienza a funcionar y como era obvio Paulina se inscribe, como ella no quiere irse toda sudada a la casa Paolo le facilita las duchas del lugar...

Mientras se duchaba Paulina no podía dejar de pensar en Paolo y en lo cerca que estaba.  El se veía tan bien con su polera ajustada, se le notaban los músculos
-Mijito- volvió a decir Paulina por enésima vez mientras   deslizaba su mano lentamente hasta su coño.  A pesar de que el agua estaba bastante fría ella tenía calor, el calor que le provocaba la cercanía de Paolo.

Al salir de la ducha lo volvió a encontrar, el estaba sin polera levantando unas pesas, sus músculos bañados en sudor parecían brillar. 
Paulina se quedó mirándolo unos instantes.
-Es tan atractivo...Y esos músculos que parecen de acero..Mmm...
El se percató que ella lo estaba mirando, le sonrió.  Paulina se puso roja.
-¿Ya te vas, pauly?- le preguntó el
-Sí, gracias por la ducha-
-Cuando quieras-
Se despidió con un beso en la mejilla, ella se estremeció al estar tan cerca de él, de aquellos músculos. 
-Tengo que dejar de pensar en el- se decía- no me puede gustar, no me puede gustar, soy casada-

Ño Ceferino pasó a su lado en la calle, se detuvo y se dio vuelta solo para mirarle el culo
-Mijita- le dijo y empezó a silbarle
-No soy ningún perro para que me silben-   dijo ella molesta
-Uy, tan brava, mijita, asa me gusta, que se resista, después las disfruto mas-
El viejo sonrió mostrando su boca desdentada, a Paulina le dio asco
-Viejo chancho-
-¿Sabe cómo me dicen a mí, mijita? ¿Sabe cómo me dicen?-
-No me interesa-
-A mi me dicen el burro, jejeje, y ya se puede imaginar por qué-
El viejo hizo un gesto obsceno, pero Paulina lo ignoró y continuó su camino
-Viejo chancho-
-¿Si? ¿Viejo chancho? ya te quiero ver cuando vengay solita a rogarme que te lo meta-
Paulina se metió a su casa mientras el viejo seguía silbándole y tirándole besos
-Viejo weon-

Una mañana en que Paulina había salido a hacer tramites al centro  volvió a encontrarse con Ricardo, este se ofreció  para llevarla a su casa en su taxi.
-Bueno- dijo ella


La intención de Ricardo era saber donde vivía Paulina
-Cuando necesites un taxi solo llámame- le dijo el- te di mi numero-
-Sí, pero se me perdió-
Ricardo quería el numero de Paulina para así poder llamarla o mensajearla.  Ella seguía en sus pensamientos, también se había obsesionado con ella.
-Así que esta es tu casa- le dijo al llegar
-Si-
-¿Y estas solita ahora?-
-No-
Cuando Paulina se bajó Ricardo le quedó mirando el culo
-Sigue igual de rica como siempre-

Ahora que ya sabía donde vivía Paulina  podía ir a verla, pero primero debía asegurarse  que no estuviera el marido.

Era tanta la calentura que Ricardo sentía por Paulina que ese día no salió a su habitual recorrido en el taxi, en vez de eso se quedó vigilando el barrio de Paulina.
Hernán se fue a trabajar temprano.
-Quedó solita-
Ricardo fue a golpear la puerta de Paulina
-Bah- dijo ella-¿Quien será tan temprano?-
Llevaba puesta su tenida para el gimnasio: una polera ajustada y unas calzas negras también muy apretadas.
-¿Será el Paolo que me viene a buscar?- se preguntó ella emocionada
Abrió la puerta y se sorprendió al ver a Ricardo 
-Ricardo ¿Qué haces aquí?-
-Que linda te ves-
Y sin decir nada mas la tomó por la cintura, la acerca a él y  la besó a la fuerza.





viernes, 2 de diciembre de 2016

sureña de mi alma, capitulo 3

3
No pasaría mucho tiempo para que las vecinas empezaran a hablar de Rebeca, ella en verdad deslumbraba cuando pasaba por la calle con sus vestidos tan cortos y sus blusas escotadas.
El primero que se anduvo haciendo el lindo fue Mauricio, un vecino que trabajaba manejando buses, se hizo tan amigo de Rebeca que las viejas empezaron a decir que eran amantes.
-Quizás como embrujó al pobre Mauricio que pasa en su casa nomas- decía la señora Elvira
-Que es exagerada esta vieja- pensaba yo

Pero a la semana siguiente Rebeca y Mauricio caminaban de la mano por el parque
-Lo tiene embrujado- decían las viejas- se nota altiro, esa mujer algo le dio-

Rebeca no tardó en tener problemas, se enteró que María, una de sus vecinas cercanas la andaba pelando por lo que fue hasta su casa y le dio la paliza de su vida, mi mamá me contó que  Rebeca había arrastrado de las mechas a María.
La relación con Mauricio fue muy breve, pero no fue el único que tuvo el privilegio de andar de novio de Rebeca, después le siguieron varios otros y la reputación de ella quedó por los suelos, la gente hablaba pestes de ella, pero a Rebeca no le importaba, ella vivía su metro cuadrado.
Pero ninguno de los novios de Rebeca duraba mucho tiempo con ella.

Hasta entonces ella nunca me había hablado, pero aquella tarde Rebeca venia cargada del supermercado y yo estaba regando el jardín.
-¿Me ayudas?- me preguntó
¿Y cómo le iba a decir que no?



jueves, 1 de diciembre de 2016

Un te amo entre susurros, capitulo 16

Ana María estuvo casi una semana muy triste y Julián siempre se mantuvo apoyándola, dándole ánimo y sacándole sonrisas.
-Gracias, primo- le dijo ella
-Ya olvida a Bernardo, no vale la pena que estés triste por alguien así-
-Sí, tienes razón-

A pesar de que en el desolado desierto había muy pocos paisajes que ver, Julián invitó a Ana María a un paseo esa noche
-El desierto es el mejor lugar para ver las estrellas-
Ana María no quería ir, pero Julián insistió tanto que terminó por aceptar
-Adamas te tengo una sorpresa- dijo el
-¿Una sorpresa? ¿Qué será?-
-Esta noche lo verás-

Aquella noche Julián la llevó al desierto.   El cielo estrellado se veía más majestuoso  que nunca.
-Esto es maravilloso- dijo ella
-Y mira-
Julián había tendido un mantel sobre la arena, puso encima una botella de vino y comida
-Es una sorpresa para ti-
-Ay, gracias, primo, te has portado tan bien en estos días. Has sido como un ángel-
Se sentaron sobre el mantel
-Gracias- dijo ella una vez más.

Compartieron un lindo rato, ella no dejaba de mirar las estrellas y sonreír. Se veía preciosa y Julián quería decirle que la amaba, pero ella podía pensar   que él se estaba aprovechando de la situación, así que como siempre prefirió callar.

Ana María no dejaba de agradecerle por la sorpresa
-Te pasaste, primo, eres un ángel-
Le dio un sonoro beso en la mejilla
Julián se quedó inmóvil por unos instantes.
Cada día se sentía más enamorado de ella.   



viernes, 25 de noviembre de 2016

campo, guitarra y verso, capitulo 3

3
Juan quiso interrogar a su mamá más tarde, quería saber si era verdad que su padre iba a regresar, aunque sabía que su mamá nunca hablaba de él, además  se veía tan afectada que no quiso tocar el tema.

La abuela Eva se fue a su gira y Juan siguió practicando con la guitarra, sacando canciones de Violeta Parra, aunque tenía la mente puesta en lo que había escuchado: ¿Seria cierto que su padre iba a volver? Siempre había anhelado saber quién era, conocerlo, preguntarle la razón por la cual los había abandonado.
Mientras tocaba las canciones de Violeta Parra..
“Que pena siente el alma
Cuando la suerte impía
Se opone a los deseos
Que anhela el corazón,
Que amargas son las horas
De la existencia mía
Sin olvidar tus ojos
Sin escuchar tu voz..”

Cuando la abuela Eva volvió él ya se sabía casi todas las canciones de Violeta Parra, ella le pidió que le cantara una y Juan lo hizo.
Lágrimas de emoción cayeron por los ojos de la mujer
-Es tan habiloso mi niño-
-Pal cumpleaños te vamos a regalar una guitarra-
Ahora fue Juan quien se emocionó, lo que más quería en el mundo era una guitarra para tocar cueca como su abuela .

Llegó el ansiado cumpleaños de Juan.  La señora Rosa y su abuela le prepararon una fiesta e invitaron a todos sus amigos, incluso a Mauro el jinete campeón.
Todos la pasaron muy bien, pero cuando llegó el momento de abrir los regalos Juan  no veía la guitarra por ninguna parte  



jueves, 24 de noviembre de 2016

zaida 28

RESUMEN: El Paolo me rescata de las garras del árabe y volvemos a Chile…

Llegué sana y salva a la casa, por supuesto que el weon del Alfredo ya se había ido. Arrancó antes de que le sacara la chucha el culiao.

El Paolo se había portado como un héroe y lo mínimo que se merecía era un beso.
Era más feo que la chucha y también aweonao, pero me había salvado.
Fui hasta su pieza, la puerta estaba abierta y me encontré la media sorpresota; el Paolo estaba desnudo y al igual que el papá y su hermano, tenía la media wea.
-Wow- le dije- no te sabía esa gracia-
Se tapó
-No te tapis, weon-
-Señorita Zaida…
-No me digay señorita-
Me acerqué lentamente.  Estaba un poco asustado
-Tranquilito, weon si no te voy a hacer nada malo, puras cosas buenas-
Le toqué la verga, se le paró la wea
-Mmm, que rico-
Me agaché, pero el retrocedió un poco asustado, el pobrecito nunca había estado con una mujer, me hizo acordar a mis primeros días con el panchito.
Me metí su wea a la boca y lo volví loco de placer, llegó a poner los ojos blancos el culiao.
Le pasé la lengua, se lo chupé una y otra vez hasta que el weon se puso caliente y me tiró  a la cama
-Uy, mijito, eso, así me gusta-
Llegué a ver estrellitas cuando me lo metió, el weon era un auténtico semental, más que el papá
-AAAU…ESO, MIJITO..
Hasta por el culo me lo puso, me hizo gritar como chancha.

Todo el potencial que escondía ese weon y  yo no lo había visto.  Me quedó gustando
-Que rico-

Desde esa noche nos juntamos siempre en su pieza y el no paraba de metérmelo.

Hasta que una mañana empezaron los síntomas: nauseas, vómitos…Alguna wea me estaba pasando.
Me llevaron al doctor y me sorprendió con la noticia: estaba embarazada.
-¡Un hijo mío!- exclamó el viejo Nibaldo
-No, es mío- dijo el Paolo
¿De quién era el hijo? ¿Del Nibaldo, del Paolo o del Alfredo?
Si, era del Paolo.
No me esperaba esa noticia, que viniera en camino una zaidita o un zaidito chico,  el Paolo no me iba a dejar ir.  Tal vez era hora de no hacer weas y sentar cabeza, casarme con él y criar al bebé.
La Zaida caliente debía dar paso a la Zaida mamá.
Fin?